domingo, 3 de enero de 2010

Carta abierta


Querido relojero de la Puerta del Sol ( Madrid)


Me dirijo a usted porque supongo que eres tú quien cumple los deseos de las uvas y calculo que todos los españoles te habremos pedido unos 480 millones de deseos ( quitando de la lista a los bebes y residentes en el extranjero. A los que no les gustan las uvas les incluyo porque comen piñones, lacasitos o cachitos de turron). Supongo que la mitad de los bloggeros del mundo, o de España al menos, publicaremos nuestros deseos, resacas del día siguiente, arrepentimientos y borracheros varios.


Y yo no quiero ser menos.. Quizás será porque si lo dejo por escrito adquiere valor contractual y lo tendré que cumplir... que ilusa soy... En los deseos de las uvas repetía casi lo mismo que los años anteriores, aunque sé que son un poco distintos que los del año pasado puesto que los "problemas" son otros. Puedo medio decirlos, porque como creo que nadie me lee, (aunque misteriosamente tengo alguna visitilla que otra) correré del riesgo de decirlos.

Insisto que casi han sido los mismo, pero he pedido un extra de fuerza de voluntad para marcarme un horizonte, un poco de orgullo para no darme por vencida e intentar poner excusas para quedarme durmiendo en la cama o simplemente buscar cosas mejores que hacer antes de mis obligaciones.


Asumo desde hoy mismo que no voy a adelgazar ( oscilaré arriba o abajo 3 kilos mas o menos como siempre), que no voy a dejar de fumar, (eso tampoco quiero porque sólo fumo cuando salgo de marcha), y que lo de aumentar mi paciencia para aguantar en casa tampoco es posible porque no depende de mi realmente. Pero por favor, relojero de la Puerta del Sol dame fuertecita para afrontar el paso final, para tener un poco de orgullo y de ganas, que yo sé que si quiero, puedo, pero que si me sigo dando excusas a mi misma, me ahogaré ( no literalmente, pero sé que cada año que pasa me da un poco mas igual todo). Quiero tener ganas de estudiar para terminar la carrera de una vez.


Sé que no puedo pedir que la gente cambie, porque significa pedir que atraviesen determinadas circunstancias que les haga cambiar de opinión, y de los buenos momentos no solemos sacar muchas conclusiones. De los malos, siempre. Y como no quiero tampoco el mal para nadie, pues sólo pido a ese relojero que me dote de mas paciencia para aguantar.


Y nada mas señor relojero, ya verá usted si he sido buena este año para que me cumpla mis 12 deseos. Prometo renegar públicamente de Papá Noel y de los Reyes Magos y evitar que el Corte Inglés se invente una nueva festividad y haga caja a su costa.


Muchas gracias


m.g

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